Sus alas empezaron a vibrar por la suave brisa que corría por el patio y entonces decidió que la tierra no era su lugar; al empezar a volar, con cara de asombro dos chiquillos se pusieron a chillar ya reírse de la emoción de ver surcar los aires a la criatura que habían visto crecer.
Adiós
Hace 4 años
2 comentarios:
Crea actividad :)
bueno, se crea lo que se puede, que a veces no damos pa más....
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