lunes, 1 de febrero de 2010

Mi sueño, mi realidad, mi espera...


Vivo un sueño despierto casi todos los días de la semana, en el venzo a grandes de todos los lugares, realizo retos imposibles, y muestro mis capacidades ante cientos de personas. Y me despierto cada vez que paro de entrenar y sigo con la vida que permite que me costee este vicio. ¿Será posible convertirme por fin en profesional con mis 62 años? ¿Debería empezar ya a dar clases y a presentarme en torneos? ¿Tendría que haberme aventurado antes a cumplir mis deseos?