La noche pintaba fria y dura una vez más. Apenas unas galletas para llevarse a las bocas hambrientas tras una jornada cuasi esclavista en la que el capataz no dió ni un respiro...
De repente, ahí estaba nuestro fiel amigo trayendonos la cena del super... ¡maldita consultoría!
Adiós
Hace 4 años