viernes, 28 de enero de 2011

Tampoco debe ser todo tan malo

Llegas tarde por culpa del transporte público, sales más tarde de lo habitual por ello y porque una vez más tu jefe te exige más de lo que puedes dar. Hoy apenas comes rápido algo de comida rápida, hipercalórica e hipoalimentícia. A duras penas llegas a final de mes con el sueldo de un trabajo que te impide desarrollarte tal y como pensabas hacerlo al terminar tus estudios. Tampoco debe ser todo tan malo. Montas en el vagón de vuelta a casa, rodeado de otras tantas caras largas que como la tuya maldicen el día en que se vieron sumidas en este nuestro pozo de mierda. Pero ahí entra esa señora con un pequeño querubín entre los brazos, y con sonrisa bobalicona todos empezamos a jugar con su mirada mientras hacemos divertidos gestos que dejan nuestros problemas en el fondo del cerebro. Si somos capaces de volver a sonreir, tampoco debe ser todo tan malo.

PD: Misteriosamente, este mismo efecto lo consiguen los cachorritos de los animales. ¿Porqué?

jueves, 20 de enero de 2011

De Peluche

A veces nos miramos pero no nos decimos nada.
Otras nos miramos y... tampoco.
Sólo me transmites paz. A veces también me miras con superioridad.
Ya sé que me sacas ventaja en eso de restregarte por el pecho de las chicas del sofá.
Aún así me caes bien Mor-oso. Aunque estás loco. Pero me caes bien.
Algún día yo también seré de peluche y seré yo quien se restriegue por los cosenos de las chicas.
Mis ojos serán de plástico negro como los tuyos.
Eres parco en palabras, pero se agradece. A veces mola que te escuchen con orejas llenas de gomaespuma.
Que no te opinen.
Sí. Me caes bien Mor-oso.

viernes, 14 de enero de 2011

Tengo el amor caído...

... Pero es que cada vez que te veo se me levanta.

martes, 11 de enero de 2011

Marchita


La lluvia salpicaba su cara cuarteada como un cartón viejo. Húmedo. Gotas resbalaban por sus mejillas como antaño hicieran sus lágrimas. Frente a la ruinosa iglesia, otrora resplandeciente, esperaba como cada día desde hacía años aferrada a su pútrida rosa. Un sólo pétalo quedaba sujeto a su marchita esperanza. Recordaba la carta que le escribiera desde el frente. Recordaba la promesa. Recordaba que todo acabaría pronto y volvería. Recordaba. Pero el recuerdo sólo se burlaba de su promesa. Un rayo iluminó triste el cetrino rostro mojado mientras una melancólica brisa arrastraba el pétalo que se alejaba. Se alejaba. Temblorosa vio cómo se alejaba sin siquiera darle la oportunidad de despedirse. Quieta. Cerró los ojos. El cielo continuó llorando por ella. Y un último latido gritó al viento para que la llevara con su pétalo.

jueves, 6 de enero de 2011

Amores difíciles


Corro, miro atrás y tú me sigues.

Huyo de tí pero eres implacable.

Hay más como tú pero eres única.

Siempre anduve detrás tuyo y hoy... las cosas están al revés.