Cuando todo se hunde… Caes en la desesperación… La vida te pone trabas una detrás de otra, parece que has tocado fondo pero te sigues metiendo más y más en un mar de desánimo. De repente oyes otra vez que si te esfuerzas, si obras bien y justamente, las cosas te tienen que salir bien y la justicia te paga con la misma moneda. Pero, ¿Qué pasa si no eres consciente de que eres TU el que estás obrando mal? ¿Qué pasa si no eres consciente de tu error y tus faltas? ¿Si estás llegando a un camino sin salida pero tú, en tu ignorancia, piensas que lo estás haciendo bien y que al final la fortuna te premiará tanto esfuerzo cuando en verdad son tus faltas las que están llevándote a esa situación? Y en tu desconocimiento, no paras de agitarte en esas arenas movedizas que te sumergen más y más.
Nunca podremos estar seguros de nada, pues nuestra condición de humano nunca nos permite reconocer en nosotros tamañas faltas. Incluso si tu familia, amigos, consejeros espirituales y médicos, te dicen que vas por el mal camino.
Bueno, quizá si podemos estar seguros de algo, mañana es un día nuevo, y con lo bueno, justo y piadoso que he sido hoy, seguro que todo va a mejor. Por fin Él me ayudará en mis problemas. He de seguir siendo igual, los demás están equivocados.
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