Los mendigos son unos vagos. Escoria que no quiere trabajar. Un lastre. No le doy que se lo gasta en vino, borrachos.
Los yonkis son unos tiraos que se merecen lo que tienen. Si se drogan es porque quieren. Ensucian la ciudad. No le doy que se lo gasta en droga, yonki.
Mira al negro, abriendo la puerta del Día. Que se busque un trabajo. Es un problema tanta inmigración. No le doy, que se gane la vida honradamente.
Indio molesto. Vendeflores. Apártate que ya te he dicho que no quiero flores. No le doy que son unos pesados.
A ti, sucia mugre apestosa, te digo: ese mendigo no es un vago. En su condición ya no puede encontrar un trabajo porque gente como tú jamás le contrataría en su empresa por ser lo que es. Ese yonki tiene un problema irresoluble y puede que llegase a la droga por su contexto, el cual desconoces, pedazo de mierda. El negro hace algo que no es delinquir, que sería lo fácil en su situación, al menos ha buscado algo dentro de sus posibilidades que no perjudique a nadie. Gente como tú le daría un trabajo sin hacerle los papeles, pagándole un abochornante sueldo y sin contrato. ¿Tú querrías eso? Ese puto indio vendeflores, ídem.
A ti, saco de bazofia, te digo: ojalá se te tuerza la vida y acabes siendo un puto mendigo. Que tu hijo se meta a yonki y te jodas. Que haya una guerra en tu país, maten y violen ante tus ojos a tu familia y tengas que emigrar y aceptar trabajos denigrantes.
A ti, infraser, subhumano, putrefacta e hipócrita calaña, te digo: si le das pasta a ese mendigo, claro que se la das para que se la gaste en lo que quiera. ¿Acaso a ti te dice tu jefe que no te paga que te lo gastas en putas? Ídem con el yonki. Esa sucia gente negra vende los discos piratas que tú y tu mujer consumís, bastardos agarrados que no queréis pagar legalmente. Vende esos bolsos de imitación que la zorra de tu hija combina con sus modelitos de puta. Ese indio que vende flores te ha ayudado alguna vez con sus mierdosas rosas a que te hagas el caballero hortera en alguna discoteca, so mierda.
A ti, acomodado subnormal, producto de la derecha, que tienes el cerebro en punto muerto, que no eres capaz de ver que no has hecho nada por tener lo que tienes, que cualquier día tu bienestar se puede convertir en un fatalestar, te digo: te daría un tiro en la nuca sin ningún remordimiento. Bueno no, mejor en la frente para que mirases a la muerte a la cara y se riese de ti como tú haces con esa gente.