sábado, 8 de octubre de 2011

¿Buena suerte?

Consigues algo sin conseguir lo que consecuentemente conlleva.
La fortuna no te mira nunca de frente y evita tu mirada.
Sabe que si te mira te debe algo. Entonces, sin querer hacerlo,
te da un premio de consolación. Te querías autocompadecer,
pero ya no puedes. Te ha dado un premio cuya magnificencia
está velada por su aparente insignificancia. Pero tú sabes
que al fin y al cabo le caes bien. Y tienes lo que no tendrías
si hubieses conseguido lo que entonces querías.
¿He de darte las gracias por esto, o he de seguir odiándote
en sesgado odio?

El juego de perder.

Miró a su oponente a los ojos. Le devolvió la mirada. Le habría gustado poder esconder su temor y su rabia detrás de una máscara de indiferencia como la que vestía el rostro del otro. Ambos se giraron hasta quedar espalda contra espalda. Comenzaron a dar pasos largos, lentos y rítmicos ante la atenta mirada de sus padrinos, del juez y de la mujer por la que se había producido este molesto y triste acontecimiento. ¿Merecía la pena? Su vida por una mujer. ¿Sentiría ella algo tras su muerte? ¿O sería enterrado sin mayor dolor que el del enterrador? Ya no había marcha atrás. El amor hizo decidir sin querer hacerlo. Ambos llegaron al límite de los pasos y giraron resignados de vida ajena. Dos disparos sonaron. Uno acertó en carne. El otro se perdió. Uno caía. Otro no. Y uno veía cómo lo que él pensó que sería su despedida era un desengaño, una palmada de alegría, una sonrisa...

Pues no espera.

Y piensas que el tiempo te espera. Cada cosa que haces te espera.
Pero no. No espera. Y menos por ti. Tiene mayores problemas por los que preocuparse.
Siempre piensas en un futuro cercano que nunca llega. Siempre "ya lo haré".
Pero a lo mejor tampoco puedes hacer nada, porque no depende de ti ni de tu tiempo,
sino del tiempo de otro o de otra. Depende de que si aprovechas tu tiempo
jodes el de ella. No puedes hacer nada si no estás seguro. Pero joder!!
¿Cuándo estamos seguros de algo?
¿Debes intentarlo sin estar seguro, o debes tragarte a ti mismo?
Callar lo que piensas ahora, que puede ser contrario luego.
Es mejor no pensar. Pensar te hace daño cuando no dañas.
Pero hace daño cuando a ti no.
Es mejor callar y no doler al otro. No debes. Lo dice tu conciencia.
Lo dice el sentido común. Lo dice...
Pero qué dices tú...