viernes, 17 de octubre de 2008

La paja en el ajeno...

Casi las 11, cierran ya. Pasa el rato y sigue sentado delante de los apuntes. Se le debe hacer interminable el intervalo entre el tic y el tac del reloj de la biblioteca. No se por que sigue aquí si no hace nada. Para eso bien podría estar en casa o en el bar tomando una pinta. Otra vez coge el boli pero nuevamente solo lo usa para hacerlo bailar, ni en eso es responsable. En él, la única constancia hoy ha sido fijarse en las faldas de cada chica que pasa.


Bueno, yo creo que me voy. Buf, solo me he leído un capitulo desde las 3... esta noche toca quedarme...