Camino por tus rincones. Mentalmente. Me acercaría a ti, pero nunca voy a llegar, nunca te voy a alcanzar. Estás tan lejos. Pero te noto muy cerca. Para ti es una vía de escape, imagino. Para mí es tan serio como puede ser para mí. Para ti soy tan serio como lo puedo ser, quiero, espero y deseo. Ojalá no existiese esa muralla. Ojalá te hubiese conocido como te he conocido. Ojalá no tuvieses nada serio con nadie. Ojalá te pudiese disfrutar. Que mis manos no tocasen lo que no les pertenece. Que pensarte cada momento no acabase chocando siempre contra el mismo muro. Que te vistieses de blanco para mí. Que cada cigarro no acabase sin tocarnos. Cada cigarro que fumo eres tú. Eres el humo que se evapora. Eres el humo que se aleja. Eres las caricias que no voy a poder hacerte. Eres tanto como nada. Eres todo lo que no puedo hacer. Eres lo que no puedo tener. Espero que cuando ya no podamos disfrutarnos, no dejes de pensarme. Que no me archives en tu cabeza. Que, de vez en cuando, recuerdes cómo olía o cómo me notabas. Espero que me reserves un sitio en la segunda fila para siempre.